A diferencia de los años anteriores, no se realizará un anuncio anual sobre el aumento de sueldos sino que se determinará por tramos a lo largo del 2023. ¿Cuándo será el primer incremento para los estatales? ¿Por qué es importante la suerte de Massa? Los docentes como caso testigo de lo que se viene.
En la misma semana en la cual cumplió sus primeros tres años de gestión, la administración que encabeza el gobernador Ricardo Quintela tomó una decisión que influye sobre miles de riojan@s y condiciona a toda la economía provincial: no habrá más anuncios anuales de cómo serán los incrementos de sueldos, sino por tramos que se determinarán durante los diferentes meses del 2023.
El sitio “Riojavirtual” lo había anticipado hace un mes y en los últimos días lo confirmó de manera pública el Jefe de Gabinete, Juan Luna: «No vamos a anunciar una pauta salarial anual, para que el anuncio no quede desfasado en el ajuste de la inflación durante el año. La estrategia de previsión salarial se acomodará de acuerdo a la evolución de la inflación», indicó el funcionario.
De esta manera, a diferencia de lo que ocurrió desde que tomó el control del principal despacho político de la Provincia, Quintela no difundirá un incremento anual al finalizar diciembre, sino que irá realizando anuncios parciales a lo largo del próximo año.
En este sentido, en la mesa de decisiones del Gobierno provincial creen que su política salarial cambia de la mano de la imprevisibilidad de poder decir con certeza de cuánto será el incremento de precios del próximo año.
“Es mejor ir siguiendo la evolución permanente de los precios y a partir de éso ir tomando decisiones”, comentaron en la “Casa de las Tejas”. Es por ello, que la idea de una variación trimestral de los salarios estatales es la que mayor respaldo tiene dentro del equipo económico del Gobierno.
En ese aspecto, varias fuentes consultadas coincidieron en lo mismo: el anuncio del próximo aumento salarial no puede ir más allá de los primeros 60 días del 2023.
Sin embargo, hay un dato que nadie pasa por alto dentro de los despachos oficiales: diciembre será un mes excepcional en los ingresos de l@s trabajadores estatales por el impacto del medio aguinaldo, el bono de 50 mil pesos y el sueldo con quincenita incluida. Esa inyección económica tendrá su correlato negativo al mes siguiente, cuando la ausencia del bono y del medio aguinaldo, llevará los salarios a la cruda realidad de un “largo mes de enero”.
En el entorno del Gobernador lo explicaron de la siguiente manera: “Estamos muy atentos al humor social”.
Y esta semana lo ocurrido con el bono a los docentes fue un claro ejemplo de que la dinámica económica, social y laboral se puede ir modificando las estrategiaspreestablecidas.
A pesar de que originalmente se había anunciado un extrapara el sector de 40 mil pesos en dos cuotas (10 mil pesos menos que l@s emplead@s públic@s), se modificó lo informado y finalmente se otorgará el mismo incremento que al resto de l@s trabajadores estatales. Ello ocurrió pese a las amenazas de descuentos a l@s docentes que realizaron medidas de fuerza (algo que también se dejó de lado) y en un momento de muchísima tensión con AMP, el principal gremio de l@s trabajadores de la Educación.
Es decir, el Gobierno no tendrá verdades absolutas en el tema salarios, irá observando la evolución de la realidad y a partir de allí tomará distintas decisiones a lo largo del 2023.
Desde que asumió en diciembre de 2019, el Gobernador le transmitió a su equipo de Gobierno sus dos obsesiones en relación a l@s emplead@s públic@s provinciales: avanzar en la mayor cantidad de pases a planta posible y que los salarios estatales queden por encima de la inflación todos los años.
En relación a los pases a planta permanente, se culmina el tercer año de gestión con una gran cantidad de trabajadores designad@s, con áreas como Salud en donde se lograron importantes avances, y siendo la administración que más hizo en este tema en los últimos años. Sin embargo, todo indica que no finalizarán los cuatro años de Gobierno sin trabajadores precarizad@s en el Estado, como en algún momento se ilusionaron en la “Casa de las Tejas”.
Y con respecto a los salarios y la inflación, la realidad fue tan oscilante como la gestión económica del “Frente de Todos” a nivel nacional.En el pandémico 2020 la inflación fue del 38,1% y el haber mínimo de l@s estatales subió un 21,6%; en el 2021 los aumentos de precios alcanzaron el 50,8% y el haber mínimo se incrementó un 57% y en este 2022 (ponderando el bono de fin de año) el salario mínimo estatal creció un 92% y la subade precios lleva hasta octubre un 78,3%, quedando por ver el impacto de noviembre y diciembre, y teniendo en claro que el bono desaparece en enero. Sin bono la suba del haber mínimo acumula un 84% de aumento.
Más allá de algunas cuestiones puntuales en relación al control de precios en los supermercados y las políticas de descuento con las tarjetas del “Banco Rioja”, en líneas generales el tema inflacionario excede al Gobierno provincial y queda atado a la suerte de la “Casa Rosada”.
En la semana que pasó y luego del anuncio de la vicepresidenta Cristina Fernández de que no será candidata, el sitio “Infobae” analizaba las posibilidades electorales del actual ministro de Economía, Sergio Massa, y advertía: “El gran problema que tiene por delante es romper la dinámica inflacionaria y lograr que el índice de precios empiece a descender lentamente, mes a mes, durante el primer cuatrimestre del año próximo. En el oficialismo advierten que si ese objetivo se concreta, sus posibilidades de ser candidato a presidente aumentarán exponencialmente. Si, en cambio, no se logra el cometido, no hay centralidad ni apoyo dirigencial que pueda alcanzar”.
El futuro político del “Frente de Todos” a nivel nacional está atado de manera directa al proceso inflacionario, no hay ninguna chance de que el actual oficialismo mantenga el poder en la “Casa Rosada” con estos niveles de aumentos de precios cercanos al 100% anual. Es por ello que más allá de quién sea el/la candidat@, las góndolas y los bolsillos serán el gran termómetro de lo que se viene.
El 2023 será electoral y todavía no existe la certeza de cuándo votaremos en La Rioja, pero el Gobierno provincial tiene claro que en la agenda de la población ningún otro tema es más importante que la economía y el aumento de precios. Por cambiará su estrategia salarial.
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