Alertan por una nueva y peligrosa modalidad de créditos usurarios

Alertan por una nueva y peligrosa modalidad de créditos usurarios
agosto 26 21:18 2018

Se denomina ‘Gota a Gota’, imita el sistema que usan narcos colombianos e implica el pago del mismo en forma diaria, semanal o mensual con intereses que quintuplican al de un banco. Está destinado a gente de bajos recursos y se expande en todo el norte del país. Hostigamientos, amenazas y hasta violencia para cobrarlos.


Dalma tenía 20 años y dos hijos. Se ahorcó en mayo en la pieza que compartía con sus nenes, de cinco y un año, en un asentamiento de la zona este de Tartagal (Salta). Estudiaba e intentaba ganarse la vida con un puesto de ventas. Tomó un préstamo de $15.000 para salir adelante, pero las condiciones que le pusieron los acreedores colombianos, con intereses usurarios y pagos semanales, la dejaron en la ruina. Extorsionada y con sus pequeños hijos amenazados, se quitó la vida.

Alexis tenía 24 años y vivía en Orán (Salta) con una tía que lo había criado desde los cuatro años. Se ahorcó en noviembre de 2016. En su celular quedaron grabadas las advertencias mafiosas y las fotos de dos colombianos que lo atormentaron con otro préstamo de dinero fácil.

El «gota a gota» o «pagadiario» es un sistema de créditos gestado por las «oficinas de cobro» que montaron en las décadas del 80 y 90 los carteles de la droga de Medellín y Valle del Cauca.

Inspirado en la mafia

Según informes de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), la operatoria que hoy tiene a cientos de familias de bajos ingresos y pequeños comerciantes esquilmados y amenazados todo el país, principalmente en el Norte del país. En sus inicios fue un mecanismo de financiamiento entre narcos que no tenían dinero suficiente para adquirir la cocaína y despacharla al exterior.

Hoy, aquel esquema que se inspiró en la mafia italiana, está expandido en Argentina y otros países de la región.

En agosto de 2017, en el marco de una cumbre de procuradores y fiscales desarrollada en Puebla (México), diez naciones de América Latina firmaron un acuerdo de cooperación en el que los préstamos «gota a gota» se consideraron entre los mecanismos que utilizan organizaciones criminales transnacionales para lavar dinero.

En Argentina, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) emitió una serie de recomendaciones sobre los préstamos ilícitos por los que hay investigaciones abiertas.

El «pagadiario»

Los préstamos de dinero fácil que bandas extorsivas de Colombia exportaron a México, Brasil, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina son considerados hoy una delicada asignatura que exige actuaciones coordinadas entre las fuerzas de seguridad, los organismos de control y los tribunales de Justicia para frenar la avalancha del «pagadiario».

Con cuatro años de demora por discusiones sobre la naturaleza y competencia de los delitos implicados, urgen intervenciones que separen la paja del trigo, porque el aluvión migratorio que empezó a manifestarse las provincias argentinas hace ya cinco años aún tiene confundidas a bandas de usura y extorsión con residentes colombianos que vinieron al país a estudiar o a emprender proyectos personales, familiares, laborales y empresarios lícitos.

Modalidad

  • Entrega exprés: El potencial cliente recibe el dinero sin necesidad de presentar avales o garantías, prácticamente a sola firma. Sin mayores precauciones ni trámite, el capital otorgado –que puede oscilar entre los $2.000 a los $60.000– se entrega rápidamente, lo que actúa como un incentivo para la persona que tiene necesidad de acceder a esa suma de dinero.
  • Fuera de toda regulación: Quienes otorgan este tipo de préstamos actúan al margen de la legalidad, fuera de la órbita del Banco Central de la República Argentina –único organismo encargado de autorizar la intermediación financiera- o cualquier regulación estatal. De este modo, no existen límites a la imposición de condiciones, todo ello en perjuicio del acreedor.
  • Fachada: «La totalidad de los casos registrados en el ámbito local tiene como denominador común el ofrecimiento de pequeñas sumas de dinero por parte de vendedores ambulantes de muebles –en algunos casos la práctica incluye la entrega de éstos en cuotas-, actividad que actúa como fachada para el ingreso de la víctima».
  • Tasas abusivas: «La cancelación del préstamo se realiza a través de cuotas periódicas –pueden ser diarias, semanales o mensuales- por una tasa excesiva que, en algunos casos, quintuplica a la oficial. El cobro lo realiza en forma personal el prestamista o un emisario de éste».
  • Publicidad: «Los préstamos ‘por goteo’ son ofrecidos por personas o firmas sin más estructura que una dirección de correo electrónico o un número de teléfono. Utilizan como canal de publicidad las redes sociales y, en muchos casos, personas que integran la red se hacen pasar como clientes ‘satisfechos’ con el servicio financiero recibido». Pero todo es un engaño.
  • Violencia: la Procelac también hace hincapié en que «la persona que accede a este tipo de préstamos queda ‘atrapada’ en medio de un circuito usurero y, ante el incumplimiento, la organización despliega una metodología de cobro no exenta de violencia, que incluye hostigamientos, amenazas y hasta el uso de violencia física».
  • Extorsión: «Ante la imposibilidad de cancelar el préstamo, la activa un mecanismo de coacción, es decir, el deudor debe ‘conseguir’ el ingreso de un nuevo cliente para poner fin a la cadena de hostigamiento de la que es víctima». 
  • Usura mortal. La usura, la extorsión y sangre están detrás de los préstamos «gota a gota». Así quedó acreditado, por ejemplo, en uno de los casos más dramáticos de estos préstamos con el sello del narcotráfico colombiano importado a nuestro país.

 

 

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