A 20 años del crimen de Juan Miguel Deluigi que conmocionó a La Rioja, pidieron la libertad condicional para Néstor Daca, uno de los dos condenados por el homicidio del prestamista. Rechazo de la familia del financista a la posible libertad del condenado.
Hace 20 años La Rioja quedó conmocionada por el horroroso crimen del prestamista Juan Miguel Deluigi. Y ese resonante caso vuelve hoy a tener actualidad porque se presentó ante el Juzgado de Ejecución Penal un pedido de libertad condicional para Néstor Alberto Daca, uno de las dos personas condenadas por aquel homicidio.
La presentación del pedido de libertad condicional para Daca se basa en la aplicación de la Ley 24.660 -ley de ejecución de la pena privativa de la libertad- y en este proceso tiene intervención el Ministerio Público Fiscal y la Unidad de Asistencia a la Víctima (en este caso, la familia del prestamista asesinado).
Ante la posibilidad de que Daca recupere su libertad, salió a expresar su malestar la hija del prestamista asesinado, Verónica Deluigi. «Hoy no tengo buenas noticias. Recibí un llamado en donde me avisan que están pidiendo libertad para el asesino de mi padre. El asesino se llama Néstor Alberto Daca. Después del horror de hace 20 años es increíble que piden libertad para un asesino de esa índole. Voy a ir hasta el final por todo el daño que causaron a mi familia», posteó la mujer en sus redes sociales.
Fuentes vinculadas a la Justicia hablaron sobre el tema con Riojavirtual Radio y destacaron que, ante este tipo de situaciones en las que se pide algún beneficio para un condenado, se considera importante lo planteado por la víctima aunque aclararon que no es vinculante con respecto a la decisión final que tomen los jueces. Además, resaltaron que uno de los requisitos que se toma en cuenta para otorgar el beneficio de la libertad condicional es el tiempo de cumplimiento de la condena.
«Si existiera un riesgo real para la víctima sí se tiene en cuenta su planteo pero no se falla a favor de la víctima sino hay un riesgo real», añadió la fuente.
Según establece la norma vigente, en estos casos la víctima tendrá derecho a ser informada y a expresar su opinión y todo cuanto estime conveniente ante el juez de ejecución o juez competente, cuando se sustancie cualquier planteo en el que se pueda decidir la incorporación de la persona condenada a salidas transitorias; régimen de semilibertad; libertad condicional; prisión domiciliaria; prisión discontinua o semidetención; libertad asistida; o régimen preparatorio para su liberación.
La normativa agrega que el Tribunal a cargo del juicio, al momento del dictado de la sentencia condenatoria, deberá consultar a la víctima si desea ser informada acerca de los planteos referidos anteriormente.
Un crimen que conmocionó a toda la provincia y al país
En 2004, el dueño de una inmobiliaria y un comisionista fueron condenados a prisión perpetua tras ser hallados culpables del crimen y descuartizamiento de un conocido prestamista de la provincia. La Cámara Tercera en lo Penal de la Capital provincial, sentenció a Alberto Daca (33) y a Ramiro Blanco (49) por el homicidio de Juan Miguel De Luigi (53), cuyo cadáver fue desmembrado, escondido en bolsas de basura y enterrado en un campo a las afueras de la ciudad.
Los dos acusados fueron sentenciados por el delito de homicidio «calificado por alevosía». Durante el juicio no logró determinarse quien mató a la víctima; por esa razón, Daca y Blanco fueron considerados «coautores con el mismo grado de responsabilidad».
Todo ocurrió el sábado 14 febrero de 2004. Las crónicas policiales de la época destacan que ese día De Luigi fue a la inmobiliaria «Bienes Raíces», perteneciente a Daca, con quien aparentemente había concertado un encuentro porque este último debía entregarle dinero. Blanco también estaba allí.Según el expediente, De Luigi entró al local cerca de las 23.00 con un revólver en la mano.
Según consigna el diario NUEVA RIOJA, aquella noche De Luigi llegó a la inmobiliaria exigiéndole a Daca el pago de una deuda y amenazó con el arma a uno de los ahora condenados. De todas maneras, la existencia del revólver fue puesta en duda por los peritos.
Siempre de acuerdo a la crónica policial de ese matutino, el prestamista cayó al suelo tras recibir una patada de karate. Mientras estaba inmovilizado, uno de los dos hombres le pegó con una maza en la cabeza mientras el otro lo tenía de los brazos. El prestamista murió en el acto.
Luego, el cadáver fue descuartizado en la bañera de una casa que había en los fondos de la oficina de la inmobiliaria, ubicada en la calle Buenos Aires. Las partes desmembradas fueron envueltas en bolsas de consorcio que habían sido compradas con ese objetivo. Poco después subieron las bolsas en un auto y las tiraron en un pozo, en una casa de campo que Daca tenía a la venta, cerca de la ruta 5.
Un equipo de investigadores encontró los restos semanas después, en una finca ubicada 47 kilómetros al este de la capital riojana. Hasta el día de hoy, nunca logró hallarse una importante suma en dólares que el prestamista presuntamente llevaba en su auto antes de ser asesinado. El vehículo de la víctima fue hallado doce días después de su desaparición, en un descampado cerca del aeropuerto Almandos Almonacid.
Daca era el dueño de la inmobiliaria, Blanco era su comisionista y además era sobrino del hombre asesinado.Daca le debía dinero a Juan Miguel Deluigi. El y Blanco sabían que De Luigi siempre llevaba mucha plata con él. El Tribunal sostuvo que los dos acusados, a pesar de contradecirse en las indagatorias y de intentar echarle la responsabilidad al otro, actuaron en complicidad para matar al prestamista, evitar el pago de la deuda y quedarse con el dinero de De Luigi.
Blanco, el otro condenado por el crimen, murió en 2009 en la cárcel.
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