by Emanuel Hernadez | 1 julio, 2021 7:22 am
Mientras sigue cerrando sucursales por el país y tiene importante deuda salarial con empleados, aún sigue operativa en La Rioja. El último dueño que adquirió la firma en 2020 la puso en venta pero las negociaciones siguen estancadas.
El Grupo Garbarino sigue en la cuerda floja. Cada día cierran más locales, hace pocas horas cerró local en Capital Federal y se suma a una larga lista. Los empleados, bancos y proveedores siguen sin cobrar, mientras se venció el plazo para aceptar la oferta que se esperaba sea un salvavidas para los 3.800 empleados.
La mayor cadena de retail del mercado argentino con 70 años de historia y con dos sucursales en La Rioja fue adquirida en junio pasado por el empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora Grupo Prof y protesorero del Club de San Lorenzo. Hace justo un año se quedó con el grupo Garbarino y sus seis unidades de negocios: Garbarino, Compumundo, Digital Fueguina, Tecnosur, Garbarino Viaje y la financiera Fiden.
Cuando Rosales compró el grupo Garbarino tenía 4325 trabajadores y un total de 200 locales y 32 centros de distribución logísticos en todo el país. La cartera de deudas ascendía a $8.000 millones de pesos. En menos de un año, el plantel pasó de 4325 empleados a 3.800, incluso se habla de un número menor. De los 200 locales, pasaron a 139, de los cuales 105 son de Garbarino y 34 de Compumundo.
En tanto, se profundiza su delicada situación económica. Continúa el reclamo persistente de los trabajadores riojanos, que denuncian atrasos en el pago de los sueldos.
Aseguran que Garbarino les adeuda más de dos meses de sueldos. Desde la empresa, admiten que existen retrasos en el pago y que el cobro es dispar, aunque niegan que no se hayan abonado los salarios correspondientes a abril y mayo.
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