El candidato a gobernador macrista cree que la candidatura de Beder Herrera le quitará votos a Quintela, el candidato oficialista, y lo beneficiará en las urnas. Además, se esperanza en lograr votos de peronistas disidentes con Felipe Alvarez y Tere Luna.
Julio Martínez sigue con su recorrida por el interior provincial en busca de lograr algo que la oposición no logra desde hace más de 30 años, que es llegar a la gobernación.
Este año no la tiene fácil ya que esta vez en su gran bastión electoral que es Capital competirá con Ricardo Quintela, tres veces intendente y el dirigente peronista con más peso en el principal distrito electoral riojano.
Sin embargo, Martínez mantiene sus esperanzas intactas debido a que sostiene que la candidatura a gobernador del también peronista Luis Beder Herrera le quitará votos a Quintela.
Además, hoy siente que su ex aliado Alberto Paredes Urquiza, parte del actual aparato bederista, no le es tan necesario como antes del quiebre del PJ y por eso no lamenta tanto su pase a las filas de Luis Beder Herrera.
Por otra parte, el senador radical vislumbra que tendrá también el apoyo de parte de un sector peronista que no comulga con el oficialismo ni con el bederismo, que lo arrastrarán el candidato a diputado nacional Felipe Alvarez y la candidata a vicegobernadora, Teresita Luna.
El 27 de octubre habrá que ver si todo esto con lo que Martínez sueña se da en la realidad, ya que una nueva derrota electoral como candidato a gobernador lo dejaría completamente sin chances a futuro de llegar a la primera magistratura provincial.
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