Pese a que transitaron casi tres años y medio trabajando juntos por un frente opositor para intentar gobernar la provincia, este se diluyó por las aspiraciones de ambos de ser candidatos a la primera magistratura provincial. Ni Nación pudo evitar el quiebre.

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Pese a que Alberto Paredes Urquiza y Julio Martínez durante tres años y medios trabajaron juntos contra el peronismo oficialista, su alianza se quedó sin nafta a poco más de dos meses del gran día: la elección a gobernador de La Rioja.

Es que las ambiciones de ambos por ser el candidato a gobernador de un sólido frente opositor llevaron a quebrar una alianza que ni Nación con su millonaria billetera pudo evitar.

Uno pide el renunciamiento del otro, algo que no va a pasar. Paredes Urquiza le pasa factura a Julio Martínez y le dice que tanto él como Inés Brizuela y Doria son senadores nacionales gracias a los votos que le aportó el paredismo en 2017 y le exige que cumpla con su mandato de seis años y apoye su candidatura a gobernador.

Del otro lado, desde el radicalismo apuntan que Julio Martínez fue bendecido por Nación, es el que mejor mide en la provincia y es imposible un renunciamiento político al estilo Cristina Fernández de Kirchner, pese a que Paredes le ofrece a su espacio la vicegobernación e incluso hasta la intendencia.

La realidad es que en el medio de esta batalla quedó el ahora candidato a diputado nacional Felipe Alvarez, que fue siempre una especie de mediador entre ambos bandos. Alvarez en las PASO si bien perdió con la lista que encabeza Sergio Casas, fue el precandidato de Juntos por el Cambio que mejor resultado sacó en las provincias del Norte.

La derrota en La Rioja del frente opositor fue por 15 puntos, mientras que en provincias vecinas como Catamarca o San Juan la diferencia de entre 25 y 30 puntos.

Pero esta vez ni Álvarez podrá acercar posiciones. Paredes ya está lanzado a gobernador y no se baja. Julio aunque aún no lo explicita, descarta la posibilidad de dar un paso al costado de cara al 27 de octubre.

De esta forma, nuevamente la oposición fracasa en su intento de pelear por la gobernación unida, algo que favorece y mucho al PJ riojano.

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