Así lo informó el INDEC. A su vez, se espera que para el mes en curso la inflación se ubique en el orden del 6%. En ese contexto, el 2019 la inflación batirá un nuevo récord desde la salida de la hiperinflación.
La reciente devaluación dejó en el pasado a la lenta desinflación previa a las elecciones. En agosto el IPC Nacional del Indec aceleró con fuerza y marcó una suba de 4%. La interanual es de 54,5%.
Aún así, el número del mes pasado fue relativamente bajo respecto a lo que se espera para septiembre, que es una inflación más cercana al 6%, por el impacto del dólar en los alimentos. Con todo, ya es inevitable: el 2019 batirá un nuevo récord desde la salida de la hiperinflación.
La reciente devaluación dejó en el pasado a la lenta desinflación previa a las elecciones. En agosto el IPC Nacional del Indec aceleró con fuerza y marcó una suba de 4%. La interanual es de 54,5%. Aún así, el número del mes pasado fue relativamente bajo respecto a lo que se espera para septiembre, que es una inflación más cercana al 6%, por el impacto del dólar en los alimentos. Con todo, ya es inevitable: el 2019 batirá un nuevo récord desde la salida de la hiperinflación.
El 4% de agosto vendrá, efectivamente, seguido por una nueva aceleración en septiembre. En ese sentido, el economista jefe de Elypsis, Martín Kalos, explicó: «El 4% de agosto fue relativamente bajo en comparación con lo que será septiembre. Y es que en agosto, casi hasta la mitad del mes, el ritmo de precios venía moderándose y se exacerbó con la devaluación del 12, justo después de las PASO. Esa primera mitad del mes moderó la suba. Además hay un efecto que el Indec no terminó de captar, que es la suba de los alimentos, que es donde más directa y rápidamente pegará la devaluación».
Y agregó: «Para nosotros la de los alimentos estuvo un par de puntos por encima del promedio. Y tiene un impacto en la calidad de vida y en particular en la medición de la pobreza, que va a aumentar en la medida en que esto continúe. Para septiembre esperamos una aceleración en línea con la del REM, en torno a 5,8%. Y después un descenso en los meses siguientes. Recién para el año que viene se alcanzará un ritmo parecido al que venía trayendo el IPC antes de agosto».
Acerca de lo que viene, coincidió la economista principal de LCG, Melisa Sala: «La devaluación post PASO dejó un arrastre significativo para septiembre. Esperamos una aceleración de la inflación el mes que viene, con registro no menor a 6%, por el impacto completo de la suba».
Para fin de año LCG espera un IPC apenas por debajo de 60%. El propio Gobierno presentará este lunes el proyecto del Presupuesto 2020, con una inflación de 53% para este año. Los analistas y bancos de la city consultados por el REM esperan en promedio que el año cierre en torno a 55%. En cualquier caso, superará al récord anterior que, no casualmente, fue batido en 2018, con un IPC Nacional de 47,6%.
Para encontrar un año con una dinámica inflacionaria superior a la del 2019 hay que remontarse hasta 1991, a la salida de la hiperinflación y con la aprobación de la Ley de Convertibilidad como escenario. Dólar anclado en $1, apertura comercial y emisión monetaria atada al ingreso de reservas. Durante ese año los precios comenzaron a apretar el freno y pasaron de una suba de 2314% durante 1990 a una de 84% durante 1991.
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