En la Capital solo el Hospital de la Madre y el Niño y su par Vera Barros cuentan con el suero contra el veneno. En el interior los nosocomios públicos zonales. En La Rioja hay dos tipos de alacranes y solo uno es venenoso. En lo que va del año por ejemplo el hospital materno infantil ya se trataron 168 casos.
El aumento de las temperaturas propicia el incremento de la actividad de estos animales ponzoñosos, es por eso que desde el Ministerio de Salud de la Provincia advierte a la población que tengan en cuenta las siguientes recomendaciones:
Los alacranes suelen esconderse entre piedras, escombros o leña, huecos en las paredes o pisos, por lo tanto, es importante tener en cuenta: No caminar descalzo; Sacudir la ropa y los zapatos antes de vestirse, y la ropa de cama antes de acostarse; Separar las camas de la pared; Tener precaución al revisar cajones o estantes; Observar el piso del baño antes de bañarse; Cubrir con tela metálica los resumideros; Controlar las entradas y salidas de cañerías, aberturas y hendiduras; mantener limpio y ordenado el interior del hogar; No acumular leña, ladrillos o escombros cerca de la vivienda; Dentro de lo posible, revocar paredes, tapar grietas en pisos, paredes y techos.
El coordinador técnico del área de artrópodos de interés sanitario del Ministerio de Salud Cristian Bizzotto, explico que “la peligrosidad de los alacranes depende tanto de la variedad del animal como de la edad y el estado de salud de la persona afectada, así como de la cantidad de veneno ingresada en el organismo del paciente. Por esta razón, es de gran utilidad reconocer el tipo de alacrán que causó la picadura, a fin de orientar al médico”
“Los alacranes tienen hábitos nocturnos y están activos todo el año, aunque con mayor intensidad en épocas de alta temperatura. Durante el día se ocultan debajo de piedras y troncos o en las cuevas que ellos escarban”
Todos los alacranes (también llamados escorpiones) poseen veneno para inmovilizar a sus presas, pues se alimentan de insectos, arañas, cucarachas y grillos fundamentalmente. El veneno se encuentra en dos glándulas situadas en la cola y comunicadas con el aguijón.
Las especies más frecuentes en la provincia de la Rioja son el Bothriurus bonariensis y el Tityus trivittatus:
Cristian Bizzotto detalló que “en caso de que una persona haya sido picada por un alacrán, o lo sospeche, debe concurrir inmediatamente al centro de salud más cercano y, en lo posible, llevar el animal para su identificación. Es importante no realizar tratamientos caseros, solo aplicar hielo en la zona afectada, ya que el profesional médico será quien, en base a su evaluación, sugiera la terapéutica indicada”.
La importancia de contar con los ejemplares implicados en estos accidentes radica en que, de esta forma, el personal médico pueda identificar rápidamente de qué tipo de alacrán se trata.
Para capturar los alacranes es necesario extremar las medidas de seguridad para evitar picaduras. La forma más práctica y segura de capturarlos es con recipientes de boca ancha, teniendo en cuenta los siguientes pasos: Colocar el frasco sobre el alacrán; Una vez que el animal quedó atrapado, deslizar una hoja de papel grueso o cartón por debajo del frasco -hasta tapar toda la circunferencia de la boca del recipiente; Dar vuelta el frasco, sosteniendo cuidadosamente el papel o cartón para evitar que se deslice e impedir que el alacrán escape; Cerrar adecuadamente el recipiente y llevarlo al centro de salud.
El Área de Epidemiología del Ministerio de Salud, es el organismo responsable de distribuir el antiveneno estratégicamente en los hospitales de la Provincia.
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