Las farmacias venderán una medicamento que por primera vez servirá para la interrupción del embarazo en los casos que contempla la ley. La droga fue aprobada por La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) a través de la disposición 946-12-10-2018.
Se trata del Misop 200, un medicamento que hasta ahora se distribuía sólo en hospitales, pero ahora los ginecólogos la podrán recetar a sus pacientes en el consultorio cuando consideren que la mujer está bajo alguna de las circunstancias que prevé la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Según se informó, el laboratorio que fabrica el medicamento prevé que «estará disponible en los comercios antes de fin de año». La interrupción del embarazo está autorizada sólo cuando representa un peligro para la vida de la mujer y este peligro no puede ser evitado por otros medios; si el embarazo representa un peligro para la salud de la mujer (entendida la salud como el bienestar físico, mental-emocional y social) y si el embarazo proviene de una violación. ¿Qué es y para qué sirve el misoprostol? El misoprostol es el medicamento más sugerido para un “aborto farmacológico”, que la OMS define como un método no quirúrgico. Incluso no presenta diferencias considerables en lo que se refiere a la seguridad y la eficacia con respecto a intervenciones quirúrgicas como la aspiración manual endouterina (AMEU). Según los expertos, es un método muy seguro con poca mortalidad asociada e incluso contribuye a la reducción de la morbi-mortalidad materna. Además, es parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS para garantizar un mínimo bienestar de salud a la población. La ANMAT aclara que dicha especialidad medicinal se encuentra autorizada y señala que «el misoprostol, al igual que otras prostaglandinas, produce maduración cervical, dilatación y reblandecimiento del cuello uterino, disminuyendo la cantidad de fibra de colágeno y permitiendo que se intercale entre ellas una mayor cantidad de agua. Además, y de forma consecutiva, el misoprostol aumenta la frecuencia y la intensidad de las contracciones del músculo liso uterino, de forma que las fibras se orientan en el sentido de la tensión ejercida sobre ellas, facilitando así la expulsión del contenido del útero». Y concluye el comunicado de ANMAT: «Estas propiedades permiten su utilización en la maduración cervical previa a una histeroscopía, o en otros procedimientos ginecológicos que requieran acceder a la cavidad uterina en la inducción del parto, en la prevención o tratamiento de la hemorragia posparto, o en la interrupción del embarazo en las condiciones establecidas por la legislación vigente en nuestro país». Respecto del valor que tendrá el Misop 200 en las farmacias, adonde desembarcarían antes de fin de año, se estima que se cree que será menor al Oxaprost (Laboratorios Beta), que hoy oscila los $4.500.