Lo sostuvo Sergio Acosta, presidente de la Union de Taxistas de La Rioja (UTAX), pero pidió que la clase política se haga cargo de su parte en estos déficit: «nos prometieron renovar unidades y no pasó. Además las calles están destruidas».
Taxistas rechazan el desembarco de UBER, pero reconocen que el sector tiene falencias que permiten que la gente se vuelque a plataformas como la que ya opera en La Rioja.
«Tenemos que hacer una mea culpa. Es verdad que hay mucha demanda y los domingos hay una demora de 30 minutos. Pero también el municipio debería reconocer que después de la pandemia quedaron varados entre 400 y 500 taxistas, por la antiguedad de los vehículos, muchos compañeros ya no están entre nosotros y salieron con los controles apenas terminó la pandemia», indicó Sergio Acosta, presidente de la Union de Taxistas de La Rioja (UTAX).
En esa línea, indicó que «tanto la Intendenta como el Gobernador se comprometieron en renovar las unidades y no ocurrió, por eso hay muchos modelos vencidos no están trabajando».
Además, agregan que «las calles están todas rotas, no se puede circular, un rulemán nos sale 90 mil pesos y un amortiguador 120 mil pesos, nosotros entendemos que tenemos una falencia pero el Gobierno municipal y el Provincial se tienen que hacer cargo de que no pudimos renovar las unidades, que las calles están destrozadas y que nos pararon en la pandemia».
Reconocen que «nos están faltando entre 400 y 500 unidades en la calle. Los concejales se están lavando las manos, están saliendo y nadie se está haciendo cargo, porque vienen los concejales nuevos. Lo mismo hicieron con la tarifa».
Finalemente, Acosta sostuvo que UBER «es una competencia desleal, más barato y sin seguro, que se hagan cargo el gobierno provincial y municipal».
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