En marzo se abona la última cuota del bono de $12.000 otorgado por el gobierno provincial y los sindicatos empiezan a presionar ya desde febrero para negociar un aumento a estatales. La provincia espera señales de financiamiento nacional.
La situación de Ricardo Quintela en materia salarial no es la más cómoda. Recibió un gobierno sin colchón financiero, logró sortear el veranito con la entrega de un bono de $12.000 que terminará de pagar en marzo, pero desde febrero los gremios comienzan a presionar por un aumento salarial y remunerativo.
Desde la provincia advierten que la predisposición está, pero hasta que no se acuerde un financiamiento por parte de Nación que le debe casi mil millones de pesos a La Rioja de los fondos extra de 2019 y 2019 no se puede definir una mejora en haberes.
Recordemos que la gestión presidencial de Alberto Fernández no envió al Congreso el Presupuesto Nacional 2020 por lo que tampoco está asegurado que cantidad de fondos extraciparticipables habrá para nuestra provincia en el corriente año ni como se enviarán.
Todo esto se suma a que enero y febrero son los meses de peor coparticipación federal para las distintas provincias por lo se suma este punto más a la compleja economía riojana.
La Rioja seguirá presionando al Congreso en búsqueda de que le devuelva el punto de Coparticipación Federal que se le arrebató a la provincia en 1988 pero es una utopía en un contexto de recesión nacional.
En La Rioja, el arco gremial riojano se esperanzó en un momento con que la provincia de un aumento de $4.000 como otorgó Nación a sus estatales, pero fue el propio Quintela quien indicó que era inviable hasta no cerrar financiamiento nacional.
El primer round en materia salarial provincia – gremios se dará en el ámbito educativo donde los gremios exigen un aumento al básico que lo posicione en $12.000 retroactivo a diciembre: “no nos podemos sentar a discutir el salario 2020, si no cerramos el 2019”, indicó Rogelio De Leonardi de AMP.
Quintela le pidió moderación a los gremios, pero estos últimos indicaron que la gestión de Sergio Casas se fue dejando muy devaluado el salario estatal, por lo que confían en el nuevo gobernador.
Por el momento ningún gremio amenazó con paros ni medidas de fuerza. Todos se muestran pacientes pero alerta. Confían en que en febrero se seguirá negociando, pero ya en marzo esperan definiciones para evitar conflictos.
«Quintela tiene nuestra apoyo, pero ese apoyo tiene un límite y es la presión de nuestras afiliados que no llega a fin de mes lo que determinarán hasta donde podemos aguantar», sentenció un histórico sindicalista aliado al peronismo a Riojavirtual, quien pidió reserva de su nombre.
Expectativa versus realidad. Allí estará la cuestión. Ningún gremio baja sus pretenciones de una mejora salarial con un piso de 40% para este 2020. Sin embargo habrá que ver si la provincia estarán en condiciones de darlo.
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