Así lo informó Alejandro Buso a los nuevos concejales. Es deuda principalmente por obra pública e insumos. Reiteró que es consecuencia de la falta de envío de fondos de la provincia ante quien pide financiamiento para abonar al menos una parte.
El intendente Alberto Paredes Urquiza termina su gestión con una deuda que ronda los $220 millones según confirmó su enviado al Concejo Deliberante, Alejandro Buso, secretario general del municipio capitalino hasta el 10 de diciembre.
Buso, junto al ahora titular de Hacienda, Heber Sirerol, que asumió tras la renuncia de José Martínez, quien manejó las cuestas de esta gestión durante los cuatro años, fueron a poner los números sobre la mesa para evitar la interpelación del jefe comunal.
«Queda con una deuda aproximada de 220 millones de pesos que corresponden a obra pública, deuda de asfaltado y una deuda operativa», indicó el funcionario en diálogo con Radio Independiente.
O sea que esa deuda de casi 4 millones de dólares es la que recibirá de herencia la intendenta electa Inés Brizuela y Doria, quien deberá salir a buscar fondos de forma inmediata una vez asuma su administración.
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