El vice intendente Guillermo Galván fue tajante y sostuvo que sin autorización del municipio y Concejo, la empresa estatal Rioja Bus no puede salir a rodar. Además se mostró a favor de que en el corto plazo San Francisco vuelva a operar bajo protocolos.
Tras haberse dado una solución por el aumento a los PEM, que dejó satisfechos tanto al municipio capitalino como a la provincia (esta última se hará cargo de abonarles un bono $3.500 en octubre, noviembre y diciembre), surgió un nuevo cortocircuito entre el Palacio Ramírez de Velasco / Concejo Delibernate y la Casa de las Tejas.
Es que en primer lugar el viceintendente Guillermo Galván se mostró a favor de la vuelta, bajo estrictos protocolos, del servicio de colectivo urbano y le envió un mensaje al gobierno provincial que planea poner en funcionamiento la empresa estatal Rioja Bus.
En esa línea, Galván fue tajante al advertir que la gestión que comparte con Inés Brizuela y Doria «no vamos a permitir ningún avasallamiento, no cedemos ninguna facultad municipal, no puede venir una empresa si no tiene la factibilidad del municipio”, en obvia relación a Rioja Bus.
Además, el funcionario se reunió con los choferes de San Francisco y sostuvo que «esta fue la primera reunión con los trabajadores y la empresa y dejamos en claro que la autonomía municipal en servicios públicos vinculado al transporte no la cedemos».
«Son bienvenidas todas las empresas que quieran licitar en Capital, puesto que necesitamos más colectivos y menos gente transportándose en moto. Quedamos abiertos a todas las propuestas que quieran presentar, que mejoren el servicio y que preserven y generen puestos de trabajo”, indicó.
Finalmente, el viceintendente le envió un mensaje a la cúpula de la empresa Rioja Bus: “tiene que tener la amabilidad de presentar el proyecto y el municipio junto al Concejo analizarán su propuesta”.
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