Tanto el gobierno provincial, a través de Desarrollo Social, como el municipio capitalino debieron dar asistencia a familias humildes de barrios y asentamientos periféricos ante las copiosas lluvias. No hubo evacuados por el momento.
Las lluvias en La Rioja desnudan cada tanto un basto sector de la sociedad capitalina que vive prácticamente en situaciones extremas de pobreza e indigencia.
Esto ocurrió desde el jueves hasta este fin de semana, donde las lluvias continuas obligaron al gobierno provincial y al municipio capitalino a activar cada uno por su lado tareas de asistencia a familias principalmente de barrios y asentamientos periféricos.
Muchos de ellos viven en casas de cartón, chapa y nylon con niños las cuales se inundan cada vez que ocurren estos fenómenos climáticos.
A esto se suma que sus calles quedan anegadas completamente y solo se puede acceder a ellas a través de camionetas 4×4 o tractores para darle asistencia como nylon, comida o frazadas.
Desarrollo Social de la provincia relevó que asistió al menos 600 familias y el municipio casi un centanar más.
Por el momento no hay evacuados.
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