La contaminación ocurre al entrar en contacto alimentos crudos con otros que están cocidos. Se aconseja tener una tablita para carne y otra para verduras, lavado minucioso de las verduras y de manos al cocinar. Cómo organizar la heladera para evitar la contaminación.
Según explica Wikipedia, la contaminación cruzada es el proceso por el cual los alimentos entran en contacto con sustancias ajenas, generalmente nocivas para la salud. Un ejemplo típico de contaminación cruzada es el contacto de la sangre de la carne con alimentos cocidos.
La contaminación se produce porque la sangre cruda en algunos casos contiene bacterias que dan origen al Síndrome Urémico Hemolítico y que en los últimos días fue noticia porque causó la muerte de tres niños menores de 7 años en Córdoba.
En este contexto, Riojavirtual Radio consultó a la nutricionista Sofía Reinoso acerca de qué cuidados hay que tomar para evitar esta contaminación con los alimentos.
«La contaminación cruzada se puede dar de dos maneras al manipular alimentos. Puede ser directa e indirecta. Una contaminación directa es, por ejemplo, si corto pollo crudo con un cuchillo y lo hago al lado de donde tengo la lechuga y el tomate para la ensalada», precisó.
Reinoso agregó que la contaminación indirecta se da cuando, por ejemplo, con un mismo cuchillo corto primero la carne cruda y luego el tomate u otra verdura. «También se puede dar esta contaminación cruzada cuando limpio el jugo que larga la carne con un trapo rejilla y luego a ese mismo trapo lo paso por la mesada sin antes haberlo lavado», amplió.
Un elemento clave para evitar la contaminación cruzada es el de las tablas para cortar carne, verduras o pan. Reinoso recomendó no usar la misma tabla para todo sino tener una tabla para cortar carne, otra para las verduras y otra distinta para la panificación.
«No se debe usar la misma tablita para todo y es mejor tener tablitas de plástico porque las de madera, al tener poros, van absorbiendo los jugos de la carne y eso puede aumentar el riesgo de contaminación. Cambiarla cada seis meses en lo posible es lo ideal», aconsejó la especialista.
Además, Reinoso dio algunos consejos sobre cómo organizar los alimentos que se colocan dentro de la heladera. «Los alimentos cocidos tienen que estar en tuppers herméticos y los crudos es mejor colocarlos en los estantes de abajo de tal forma que si chorrean líquido no contaminan al resto de los alimentos ni a la heladera misma», explicó.
A su vez, recomendó lavar bien las frutas y verduras ya sea con agua y un chorrito de vinagre o bien mezclando agua con dos gotitas de lavandina para luego dejarlas en remojo.
Por último, la nutricionista aconsejó a las familias el lavado profundo de manos luego de tocar dinero o antes de manipular alimentos y recomendó inculcarle a las infancias el lavado de manos cada vez que se va al baño.
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