Se vieron incrementos de hasta 170% respecto del año pasado por un mismo producto, indicaron desde el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM). El medio de pago más utilizado volvió a ser la tarjeta de crédito con cuatro de cada diez ventas.
Los regalos del Día del Padre registraron subas en los precios de un 175 por ciento en promedio y las ventas cayeron en comparación a la celebración del 2022, de acuerdo a los relevamientos privados que analizaron el consumo de los argentinos para esta fecha especial.
El Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) reveló que el promedio de gastos fue de 15.900 pesos y que el incremento de precios frente al año pasado fue en promedio del 175 por ciento, registrando un piso promedio de un 150 por ciento (por ejemplo en prendas de vestir como jeans, remeras o ropa interior) y hasta un 200% en artículos importados (joyas, alhajas, perfumes y electrónica).
El director del organismo de estadísticas, Miguel Calvete, explicó que en el caso de los artículos importados, la suba «se corresponde obviamente con el incremento que sufrió el dólar en los últimos meses» y, en el caso de los productos nacionales, detalló que «además del proceso inflacionario que viene atravesando el país, también hay un componente especulativo muy importante por parte de los comerciantes».
Con respecto a esa apreciación, Calvete afirmó que «se hallaron diferenciales de precios muy marcados (hasta un 70 por ciento) en los mismos productos (sobre todo en indumentaria y calzados) de acuerdo a las diferentes zonas de ventas«, lo que demuestra, una vez más, que «existe un nivel muy alto de especulación de los comerciantes que buscan aprovecharse y aumentar de manera exorbitante su facturación durante estos días».
A su vez, indicó que «a la recesión económica que atraviesa el país, se le suma la inflación insostenible en la canasta básica de alimentos, el incremento desmedido en todos los productos que generalmente se obsequian para esta fecha, la suba del dólar y, sobre todo, la pérdida del poder adquisitivo que se produjo en los últimos meses, destruyendo casi por completo las aspiraciones los consumidores».
Con respecto al cambio de hábito de los consumidores propiciado por la inflación, el estudio realizado entre el 8 y el 15 de junio arrojó que el 90 por ciento reconoció que hizo «compras mucho más austeras».
Desde CAME coincidieron con ese diagnóstico y adelantaron que la venta «es floja» y que «se está facturando menos que en 2022», ya que «viene para abajo en cantidad y en términos reales», de acuerdo a lo que expresó el vocero de la entidad, Salvador Femenía.
En ese sentido reveló que la caída en las ventas para el Día del Padre este año «en términos reales sería un 1% menos» frente al 2022, aunque señaló que «los negocios seguramente van a estar un poco mejor que el mes pasado en relación a ventas«, debido al retroceso sostenido que vienen registrando en el último año.
Femenía aseguró que «la gente recurre a regalos más pequeños» y precisó que «lo que más se vendió fue perfumería, accesorios de celulares o electrónica y marroquinería».
Los medios de pago más utilizados volvieron a ser las tarjetas de crédito (39,6%) en primer lugar, seguidas por el efectivo (22,8 %), las tarjetas de débito (17,4 %), las billeteras virtuales (16 %) y las transferencias (4,2 %).
En ese sentido, Calvete señaló que «a pesar de que las tarjetas de crédito son el medio de pago más elegido, este año, la inflación de los últimos dos años ha hecho que los límites de compra hayan quedado demasiado atrasados y que mucha gente, ya no tenga margen de financiación».
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