«EL DÍA 2 DECIDÍ QUEDARME EN EL CERRO, NO HACER NADA SIN PENSAR PORQUE LO CONTRARIO ERA LA MUERTE»

septiembre 24 11:49 2025

El senderista José Portugal, que estuvo perdido 13 días en la montaña, contó la detalle cómo fue su odisea en el Cordón del Velazco. El día que se dio cuenta que se había perdido, su decisión de quedarse para no morir y el periplo que siguió hasta ser hallado por los rescatistas.


José Portugal, el senderista que estuvo 13 días perdido en la montaña, dio este miércoles una conferencia de prensa para relatar la odisea que el tocó vivir. A fines de julio pasado Portugal se perdió en el cordón del Velazco cuando había salido a hacer senderismo en la montaña y ahora contó en detalle cómo fue su desventura y el milagro que él mismo forzó para lograr mantenerse con vida.

«El día que me perdí llegué cerca de las 9.00 al Club Legislativo. Seguí por una senda de 19 kilómetros, llegué a la zona de las mangueras, seguí y llegué a los tachos y a una vertiente. Subí por una senda, obviamente que no entré por donde tendría que haber entrado. Llego al cruce, luego doblo por donde estaba marcado y empiezo a descender. No veo la ciudad. Regreso, sigo por la senda hacia arriba. Al llegar arriba había niebla, yo buscaba la senda, ahí es cuando me entran las dudas y tomo una mala decisión. La montaña me tenía otros planes», relató en relación a aquel primer día.

Portugal contó que ese primer día caminó por una senda descendente junto a un curso de agua y una zona con mucha vegetación y que fue allí donde encontró la herradura que luego fue clave para su subsistencia porque con ella abría los cardones y bebía el agua de ese vegetal.

Agregó que tras esa caminata se encontró con un precipicio. «Era un precipicio profundo que no me dejó pasar. Eran las 17.40, llevaba 9 horas, tenía pocas pasas, pocas nueces. Pero había tomado buena cantidad de agua. Por la hora ya no tenía tiempo de volver, tenía que hacer un refugio para pasar la noche, mi mente estaba en shock. Hago el refugio, había visto una roca con una planta que tenía todo lo ideal para cubrirme, incluso tenía pasto que es un aislante natural y que además fue el colchón y también me tapé con pasto», narró.

Luego, el senderista dijo que el día dos en la montaña «fue el más importante porque fue el día en el que tomé conciencia de dónde estaba, te empiezan las culpas, me preguntaba porqué no me quedé en el auto, porqué no me volví». «Me fui controlando. volví al precipicio y el cerro se veía diferente, todo se veía diferente al día anterior. Me calmé, me relajé. La vida me preparó en lo que es conocimiento, era como que yo sabía todo lo que tenía que hacer. Ese día 2 tomo la decisión de quedarme, decidí no hacer nada que no estuviera pensado porque lo contrario significaba la muerte, es más fácil morirse si vos hacés algo sin pensar. Entonces decidí quedarme. No veía el sol», relató.

Luego contó que al quinto día en la montaña fue cuando escuchó por primera vez al helicóptero de los rescatistas. «Ese día me senté en una piedra a esperar que llegue el helicóptero pero no llegó. El día 6 fue bisagra para mi porque volví a escuchar al helicóptero pero esta vez lo escuché en otro lugar. Ahí me di cuenta que yo estaba fuera de los cálculos de los rescatistas y que ahí donde estaba no me iban a encontrar. Entonces tomé la decisión de volverme al otro día. Ya sabía adónde tenía que ir, decidí ir hacia la zona donde yo había visto agua. Ese sexto día fue cuando elegí vivir. No me iba a rendir, a mi mente la programé para no rendirme», afirmó.

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