Hay un escándalo en Italia que impacta en la Selección Nacional. Se desató la guerra entre Mauro Icardi y el Inter. Basta de capitanía en el gigante de Milán para ese «9» tan singular. Se acabó. Le quitaron la cinta.
Los dueños del club y el entrenador se hartaron de sus modos especiales, acentuados por la verborragia y los manejos de su mediática esposa-apoderada Wanda Nara en medio de las negociaciones para renovar el contrato que vence en junio de 2021.
El episodio final resultó la negativa del goleador a viajar a Vienapara el partido de este jueves contra el Rapid, por la Europa League.
Mientras tanto, aquí, atento a cada detalle, preocupado, se encuentra Lionel Scaloni, el hombre que lo había elegido como su centrodelantero para liderar esa renovación celeste y blanca que se impone tras el fracaso mundialista en Rusia.
Sabe el DT de Argentina que cada paso en falso de Icardi es demasiado peligroso y resta. Sabe también que Sergio Agüero presiona con sus goles por triplicado en el Manchester City. Habrá que esperar para saber hasta dónde los problemas de Icardi en Italia pueden allanar el camino de regreso del Kun a la Selección.
Se viene la citación para la doble fecha FIFA de marzo, el viernes 22 ante Venezuela en Madrid y el martes 26 frente a Marruecos en Tánger, las dos últimas escalas antes de la Copa América en Brasil. Deberá elegir Scaloni. Tiene tiempo el nacido en Pujato, es cierto. Sin embargo, las secuelas del conflicto entre el Inter e Icardi son impredecibles. Los protagonistas en cuestión si algo no aseguran es previsibilidad.
Todo complica el escenario del delantero en su club y rebota en la Selección, donde Icardi además tiene un tema por resolver: aquellas declaraciones luego del último amistoso diciendo que «antes no había tanto compañerismo ni tanta amistad. Ahora somos todos jóvenes, arrancamos de abajo y queremos dar el máximo”. Palabras que llenaron de bronca a los históricos. En un momento para celebrar tras el 2-0 a México, el 9 abrió una polémica innecesaria alrededor de una cuestión tan sensible como espinosa.
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