EL OXÍMORON DE QUINTELA

EL OXÍMORON DE QUINTELA
julio 03 09:39 2022

El mandatario dijo esta semana que en 2023 La Rioja votará para cargos provinciales el mismo día que el país elija presidente. ¿A quién favorece esa decisión? ¿Cuál estamento arrastra a cuál? ¿Qué piensa la oposición? La frase sobre docentes y el principal rival del peronismo: la caída de salarios. Por Mattías Meragelman.


El diccionario dice que un oxímoron “es una combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido”. Y los ejemplos que utiliza para graficar el concepto son: “Noche blanca, muerto viviente o silencio atronador”.

Esta semana el gobernador de la provincia, Ricardo Quintela, brindó una entrevista en un medio de Buenos Aires y afirmó: «En La Rioja no vamos a desdoblar las elecciones».

La definición periodística del mandatario provincial tiene un alto contenido político para lo que se viene y plantea algunas dudas: ¿Comete un oxímoron político al juntar dos escenarios que son opuestos en sus beneficios y consecuencias? ¿Favorece o perjudica al peronismo riojano unificar las elecciones con la Nación? ¿La oposición tiene más chances de retener la ciudad Capital con esta decisión?

El primer dato es que la determinación de la fecha aparece como un respaldo al presidente de la Nación, Alberto Fernández, y al «Frente de Todos» a nivel país.

Atar la elección provincial al proceso nacional implica que los comicios riojanos se nacionalicen, que la mala imagen que hoy tiene en La Rioja el Gobierno nacional se pueda trasladar al ánimo del votante.

Para ser más explícitos: Quintela buscando su reelección, y l@s 18 diputad@s provinciales e intendentes que se eligen (más tod@s l@s concejales en los 18 departamentos), no solamente harían campaña por ell@s, sino que ese día de octubre del próximo año el aparato del peronismo riojano trabajaría para sumarle votos al candidat@ presidencial que presente el “Frente de Todos”.

Por el contrario, una elección provincial con fecha diferenciada de la nacional (como ocurrió en el año 2015, en 2011 o en 2007), provincializaría la campaña, pondría en debate solamente temas locales como: salarios de l@s estatales, conflicto de l@s docentes, estado de las calles en la ciudad Capital, Justicia o calidad institucional. Mientras que la agenda nacional quedaría relegada al momento del ingreso al cuarto oscuro.

En el cierre de la semana dos referentes de la oposición lo explicaban con claridad ante la consulta para este comentario político: «Para nosotros es una muy buena noticia, que se vote después de las PASO nacionales unificará a la oposición, vamos todos detrás de un candidato a presidente ya definido y el estamento nacional arrastra a los estamentos provincial o departamental al momento de la votación, como pasó con Macri en 2015 y 2019 en la ciudad Capital».

Inclusive iban más allá y consideraban que el discurso de campaña se les simplificaría: “Asociaríamos al quintelismo con los errores del Frente de Todos nacional y le sumaríamos los problemas locales. Si se vota en fechas separadas, no hay dudas que la elección de Gobernador la gana el peronismo, pero unificando se abre una posibilidad”, coincidieron ambos.   

Sin dudas que en este análisis debe tener un lugar preponderante el emergente más indescifrable que tuvo la política riojana en los últimos años: “L@s libertari@s” y su buen resultado electoral el año pasado.

Unificar la fecha de las elecciones presidenciales con las provinciales le permitiría a «La libertad avanza» tener en sus boletas a Javier Milei como candidato a presidente y con un postulante a gobernador (¿Martín Menem?) que se vería beneficiado por el arrastre de votos de la disputa nacional.

Es decir, que si la oposición no se unifica, la decisión de votar el mismo día que la elección presidencial terminaría jugando a favor del peronismo.

Este mismo tema se debate por estas horas y en términos parecidos en la provincia más poblada del país: Buenos Aires.

La semana pasada trascendió en algunos medios de comunicación bonaerenses que el “Instituto Patria” presiona al gobernador Axel Kicillof para que la elección de gobernador de esa provincia se vote el mismo día que la presidencial.

Más allá de quién sea el postulante a la presidencia por el oficialismo, el razonamiento que se hace es el siguiente: la elección de Gobernador de Buenos Aires se define por un voto, si la oposición tiene varios candidat@s a gobernad@r porque apoyan diferentes postulantes a president@, el peronismo retiene esa provincia con solamente mantener su núcleo duro de votantes.

En La Rioja rige en algunos aspectos el mismo sistema electoral que en Buenos Aires: no hay segunda vuelta, se gana por un voto y también existe un núcleo duro de votantes del peronismo.

Entonces: ¿Se equivoca políticamente Quintela al unificar las elecciones o el pensamiento es el mismo que el del kirchnerismo en Buenos Aires? La división de la oposición riojana en las legislativas del 2021 puede ser un buen termómetro de ese escenario.

El Gobierno provincial afronta por estos días el conflicto con l@s docentes y parece que el principal desafío político de la gestión peronista hoy no está en la oposición, sino en el malestar que genera la pérdida de poder adquisitivo derivada del proceso inflacionario (con algunos errores evitables, como las desacertadas declaraciones de esta semana del Gobernador sobre el trabajo docente, que terminan potenciando el malestar de ese sector de l@s asalariad@s).

Las elecciones están lejos y la agenda sigue lógicamente centrada en otros temas, pero esta semana el oficialismo dio una pista de lo que se viene. El tiempo dirá si comete un error o acierta al unificar los procesos con la Nación.    

Este es un país en el cual hace dos años se destacaban “las clases” sobre pandemia que daba el presidente Alberto Fernández. En los “viernes de filminas” se elogiaban sus discursos y su condición de docente, con una imagen positiva que en aquel momento superaba el 80%. Inclusive, decíamos que íbamos a salir mejores de la cuarentena.

De ese imaginario colectivo hoy no queda nada, y en redes sociales hasta se volvió un chiste habitual cuestionar la idoneidad del mandatario nacional y burlarse de sus discursos. Entonces pensar en lo que puede pasar dentro 15 meses es más una especulación sin fundamento que un comentario periodístico, quizás como este texto.

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