Lo anunció el presidente de la petrolera estatal Horacio Marín luego de una suba de 340% en los últimos 12 meses. Se prevé que el resto de las empresas del sector acompañen las medidas. Es por la baja del precio del petroleo a nivel mundial.
Por primera vez en más de cinco años, y luego de que el precio de los combustibles subiera 340% en el último año, YPF anunció que aplicará una baja en sus valores de nafta y gasoil a partir de este martes, que sería mayor, dijeron en la empresa, si no fuera porque el Ministerio de Economía de la Nación aplicó un aumento en los impuestos a los combustibles líquidos, que siguen atrasados. En concreto, el precio de las naftas en el surtidor bajará 1% y el del gasoil, 2%. El resto de las empresas refinadoras acompañará la medida.
“Quiero realizar un acuerdo justo con los consumidores. Nadie tiene que subsidiar a nadie. Ni nosotros a los consumidores ni los consumidores a nosotros. En consecuencia, si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir. Si el precio baja, vamos a bajar”, dijo Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, en referencia a la cotización Brent del barril de petróleo, que se toma de referencia en la Argentina y que en último mes cayó casi 6%.
En un comunicado, la petrolera informó que la baja en los precios es de 4% promedio para las naftas y 5% promedio en gasoil, pero que en el surtidor se verá reflejada una caída de 1% y 2%, respectivamente, debido a la devaluación del 2% mensual que aplica el Banco Central y a la suba de los impuestos a los combustibles, que presionan sobre los costos de la compañía.
“Esta decisión se toma, fundamentalmente, en el marco de una caída de la cotización internacional del crudo Brent, que forma parte de la estructura de precios de todos los combustibles a nivel mundial. En los últimos ocho meses, YPF encontró un equilibrio entre los precios internacionales y los precios locales en surtidor que permite, de ahora en más, que estos últimos se suban o bajen en función de valor del crudo Brent y la evolución de los componentes de costo local”, explicó la petrolera con control estatal.
En el último año, el precio de los combustibles subió 340% en la Ciudad de Buenos Aires, muy superior a la inflación interanual, en torno a 236%. Esto se debió a dos razones principales. En primer lugar, al objetivo de YPF de cerrar la brecha de costos entre el barril criollo y el de paridad de exportación. El año pasado, mientras las productoras vendían el barril interno a un precio promedio de US$61, el valor de exportación era US$72, acorde con la cotización promedio del Brent, que se toma de referencia en el país. Era una brecha de 18%.
Actualmente, según datos del sector, mientras que el barril criollo se comercializa a US$68, el de exportación está por debajo de US$70 (el Brent menos el 8% de retenciones que se cobran a las exportaciones de petróleo). De hecho, a mediados de mes, el Brent tocó un piso US$69 y ahora cotiza a US$71,67.
La segunda razón detrás del aumento de 340% en los precios de los combustibles se debe a que el Gobierno aumentó los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que la administración anterior dejó sin actualizar durante 10 trimestres consecutivos, desde julio de 2021. Estos impuestos deberían actualizarse cada tres meses según la inflación acumulada del trimestre anterior, como se estableció en el decreto N°501, de mayo de 2018.
Junto con el impuesto PAIS, el de los combustibles fue el que más creció en recaudación en el último año, permitiéndole al Ministerio de Economía compensar la caída de ingresos de otros tributos vinculados a la actividad económica. En agosto, último dato oficial, la recaudación del impuesto a los combustibles creció 357% nominal (35% real), según cálculos de la consultora Outlier.
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