LA CAMPAÑA AL HOMBRO. Por Mattías Meragelman

LA CAMPAÑA AL HOMBRO. Por Mattías Meragelman
julio 30 11:19 2023

El Gobernador se puso la campaña sobre las espaldas. Las razones, los riesgos y las dudas sobre qué puede pasar en las PASO. ¿De quién sería el triunfo y de quién la derrota? El problema de los encuestadores y la fuerza del aparato estatal.


Si se repasan las últimas actividades públicas del gobernador Ricardo Quintela no quedan dudas que la campaña electoral para presidente, senadores y diputados nacionales, se transformó en un eje central de su agenda cotidiana.

Esa decisión implica una exposición mediática que trae aparejado un riesgo político: Ricardo Quintela quedará “pegado” al resultado electoral de las PASO y de las elecciones generales que se vienen. ¿Había posibilidades de que el Gobernador no se hiciera cargo? ¿Tenía otra opción?

El primer dato para tener en cuenta es que el mandatario provincial sabe que una derrota del peronismo a nivel nacional condicionará de manera directa su segunda gestión de Gobierno en el aspecto financiero. En una provincia con una altísima dependencia de los fondos nacionales ese razonamiento es hasta obvio y todo voto que se pueda sumar para aumentar las chances del peronismo vale mucho.

Aunque existe un agregado económico más. En la ”Casa de las Tejas” están convencidos que uno de los grandes logros de su gestión fue la creación de empleo privado y para que ello ocurra la no apertura de importaciones durante los últimos cuatro años y su impacto positivo en el Parque Industrial riojano fue clave. Por eso el temor que tienen a un triunfo de la oposición y lo que pueda pasar especialmente con el polo textil radicado por estas tierras.

En ese mismo sentido, el “Justicialismo” riojano se quiere mostrar muy comprometido con la campaña de la fórmula Massa/Rossi y el multitudinario acto en el Domo lo dejó explicitado.

Más allá de aquellos que fueron por propio convencimiento, se notó fuerte la presencia del aparato peronista en la multitud que colmó el estadio y sus adyacencias. Fue un evento con un nivel de “presión” por parte de la estructura estatal que ni siquiera se vio durante la campaña de mayo y con el cual el peronismo quiso dejar claro su poder de movilización.

En el Gobierno hacen un doble razonamiento: si el Justicialismo gana a nivel nacional, La Rioja podrá mostrar que se comprometió con esa victoria y si “Unión por la Patria” pierde, la construcción del nuevo peronismo tendrá en los gobernadores con voto propio a algunos de sus principales protagonistas.

Inclusive, aunque no trascendieron los detalles de manera pública, algo de eso se conversó en los contactos que el propio Quintela ya mantuvo con su par recientemente electo en Córdoba, Martín Llaryora.

El otro elemento a considerar es de política más interna.

Después de su triunfo el 7M pasado, Quintela comenzó un proceso en el cual todas sus acciones quedan condicionadas por la ausencia de la posibilidad de una reelección en 2027. Entonces, su centralidad política en este proceso electoral implica que cualquier resultado lo mantiene en el pico de la pirámide de poder provincial.

“Si el peronismo pierde estas elecciones al Gobernador lo golpearía la derrota y si Unión por la Patria gana sin él, tendremos a dirigentes posicionados por un triunfo sin Quintela. Quintela tenía que estar en la campaña y seguir siendo el líder político, en la derrota o en el triunfo. En el peronismo podés ganar o perder, lo que no podés es no ejercer el poder”, destacaba esta semana un dirigente peronista al salir del Domo.   

El Justicialismo riojano se encuentra en un momento muy especial, porque el oficialismo viene de lograr la reelección de su referente con un resultado amplio, en donde el propio Quintela quedó ratificado en el cargo con más del 50% de los votos y con el peronismo recuperando la intendencia de la ciudad Capital luego de cuatro años de gestión de “Juntos por el Cambio”.

Sin embargo, las elecciones nacionales son algo totalmente diferente, y en eso coinciden desde el libertario más ortodoxo hasta el estatista más convencido.

El proceso inflacionario y el desgaste pandémico de la gestión del “Frente de Todos” limitan las chances de Sergio Massa. Y entonces surge la duda de qué resultado tendrá el oficialismo: ¿Ganará en La Rioja en las presidenciales como en el año 2019 o perderá en estas tierras como ocurrió en 2015?

Sin embargo, ningún encuestador puede dar una respuesta definitiva a esa pregunta. La gran duda que se les presenta es cuánto arrastrarán los candidatos presidenciales a los postulantes a cargos legislativos o viceversa. Esa incógnita sobre el traccionamiento entre los estamentos limita cualquier análisis serio sobre qué pasará en 15 días. 

De lo que no hay dudas es que Quintela quedará expuesto por el resultado de las próximas elecciones, triunfando o saliendo derrotado. Y aunque posteriormente haya muchas interpretaciones del resultado de los comicios y posibles responsables externos o internos, el poder político del Gobernador quedará inevitablemente condicionado al mensaje que surja de las urnas.

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