La muerte de Rolando Rasmussen generó tristeza e indignación teniendo en cuenta que según indicó a Riojavirtual el titular de titular de Ambiente, Santiago Azulay, el mismo se inició por negligencia humana o por un acto deliberado en el Cordón del Velasco.
La mayoría de los incendios forestales son consecuencia de actos irresponsables de las personas, que por acción u omisión generan estas situaciones que constantemente ponen en riesgo la vida de cientos y cientos de personas que luego luchan contra el fuego y que muchas veces termina en tragedia como lo ocurrido esta semana en La Rioja.
Rolando Rasmussen justamente es una víctima de esa irresponsabilidad. Lucho contra el fuego durante días contra el fuego arriba de un avión hidrante, con los riesgos que ello implica. Lo golpeó la tragedia y deberá ser recordado como un héroe.
Es que según el titular de Ambiente riojano, Santiago Azulay, el incendio fue generado por un acto de negligencia humana o deliberado. «No se cayó un tendido eléctrico (como fue la primera versión), no fue eso lo que provocó el incendio. Esto fue un hecho de negligencia humana o deliberado con la intención de prender un fuego y esa conducta merece que le demos intervención a las autoridades correspondientes para que se investigue el hecho», sostuvo el funcionario a Riojavirtual días atrás.
Y agregó que «si esto se comprueba, que se castigue a esa persona, ya que esto está contemplado como delito en el Código Penal y debe ser castigado», afirmó Azulay.
Pero la realidad es que las leyes en materia ambiental son muy laxas y siempre y cuando se confirme y se pruebe la negligencia, deberían ser mucho más duras contra quienes generan incendios. A esta altura, poniendo en caso el ejemplo de La Rioja, todo el mundo sabe de la sequía brutal que golpea a la provincia, con meses sin lluvias y con una crisis hídrica como nunca antes.
Entonces ¿se puede prender fuego en una montaña y no tener claro el daño que puede causar? O lo hacen a sabiendas de que la pena por un incendio chico o de magnitud es lo mismo. Nadie lo paga caro y no en el sentido económico.
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