Como todos los años los católicos unieron fe para celebrar el tradicional encuentro entre el Niño Jesús Alcalde y San Nicolás de Bari. Pero esta vez fue de modo virtual en el marco de los protocolos COVID. Este 1 de enero no habrá procesión.
En horas del mediodía de este jueves, el Tinkunaco, “encuentro de Dios con el pueblo” en lengua quechua, nuevamente conllevó la emoción de miles de riojanos que se hicieron presentes esta vez de manera virtual por la pandemia para buscar protección y agradecer a la vez por las bendiciones recibidas.
La imagen del Niño Alcalde, que partió desde la iglesia franciscana acompañado por los Aillis y la imagen de San Francisco, se encontró con la imagen de San Nicolás de Bari, en una Iglesia Catedral a puertas cerradas por los protocolos COVID.
En ese momento, la imagen de San Nicolás de Bari se arrodilló tres veces ante el Niño Alcalde, reconociendo en él al Señor.
En ese contexto, el obispo Dante Braida quien estuvo al frente de las celebraciones sostuvo que “el Tinkunaco, hoy, debe ser un grito de esperanza, para reconocer quienes son los lobos del rebaño, para que la política no sea utilizada para el enriquecimiento ilícito de unos pocos”.
Además la máxima autoridad de la Iglesia pidió “por nuestros gobernantes, para que busquen siempre el bien común, priorizando a los más vulnerables y defendiendo siempre toda la vida humana, sabiendo que no toda la ley es justa, y que no estamos obligados a cumplir leyes injustas”.
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