MILEI NOS INTERPELA

abril 17 09:56 2022

El fenómeno de “Los Libertarios” sigue creciendo y a un año de los comicios el gran interrogante es hasta dónde avanzará electoralmente. La necesidad de entender de qué se trata un proceso político que no solamente ocurre en Argentina, pero que en nuestro país tiene sus propios matices.


Por Mattias Meragelman

Esta semana “Riojavirtual” preguntó en sus redes sociales: “¿Votarías a Javier Milei para presidente?” Y la mayoría contestó que sí. Esta misma semana, una vendedora en una librería céntrica relataba a una compañera de trabajo que todos los días ingresan varios jóvenes preguntando por libros del diputado nacional de “La Libertad Avanza”

Más allá de todas las limitaciones metodológicas que una encuesta en redes sociales o las compras en una librería suponen, no dejan de ser señales y que además coinciden con el crecimiento en la intención de voto de “Los Libertarios” que las diferentes mediciones vienen mostrando a nivel nacional.

La Antropología es una ciencia social que tiene como eje principal de trabajo la pregunta por el otro. Ese paradigma plantea tratar de entender ese otro, en el sentido de poder comprender por qué piensa como piensa o actúa de la manera que lo hace.

Para quienes estamos convencidos que un Gobierno nacional encabezado por los “Libertarios” sería negativo para el país y especialmente para provincias dependientes del Estado como La Rioja, es interesante no enojarnos con sus posibles votantes, sino tratar de entender qué los motiva a querer votarlos. 

Hace un par de semanas en este mismo espacio periodístico publicaba la opinión de un referente provincial de “La Libertad Avanza” que expresaba lo siguiente: “Nosotros tenemos votantes que están con nosotros por nuestra ideología y otros que están por el cansancio que tienen de la clase dirigente, que les presenta las mismas caras desde hace 50 años. Esas dos expresiones las tenemos que respetar en la construcción política que armemos y creemos que hasta ahora lo venimos logrando”.

En ese análisis está un punto de partida para pensar este proceso político: Milei es la expresión de un proceso más profundo, que si bien hoy aparece representado en él, podría tener como postulante a otro dirigente.

Más allá de las cualidades políticas, comunicativas y de carisma que el diputado nacional indudablemente tiene, “Los Libertarios” no son Milei, o mejor dicho, son mucho más que Milei. Porqué son la expresión de un hartazgo que se fue acumulando en ciertos sectores sociales con los errores que nuestra clase dirigente fue cometiendo en estos años. 

También es cierto que en la instalación de Milei tiene un rol central la comunicación.

Su presencia sistemática en los medios de comunicación en los últimos años lo fue instalando al diputado nacional como el opuesto a todo lo que el argentino promedio odia de la clase dirigente.  Y ese proceso no fue casual, hay intereses económicos e ideológicos que apuestan a una presidencia de “Los Libertarios” porque es funcional a sus propios intereses.

Ese camino recorrido también incluye una mejor comprensión de la etapa histórica en términos de comunicación.

Mientras en el “Frente de Todos” nos maravillamos con extensos discursos y “en Juntos por el Cambio” aman la templanza al expresarse de Horacio Rodríguez Larreta, una de las primeras preguntas que aparece en google cuando se coloca la palabra Javier Milei es: “¿Por qué no se peina?”.

Más allá del juicio de valor que hagamos sobre estos tiempos de redes sociales y la política dentro de ellos, “Los Libertarios” entendieron la necesidad de simplificar el mensaje en la era del reel y del tik-tok.

Pensado el tema desde La Rioja: preocupa imaginar el impacto de un Gobierno de este tipo. Con una apuesta total al libre mercado y la reducción de la presencia del Estado: qué pasaría con una provincia que aporta menos del 0,2% de las exportaciones nacionales mientras recibe más del dos por ciento de la coparticipación nacional.

El gran logro de Milei es personificar la oposición al sistema establecido y a partir de allí que para algunos sectores (especialmente de la juventud) ser liberal sea sinónimo de ser un revolucionario contra el orden imperante.

Dejando de lado a los adherentes a la teoría económica de la escuela económica austríaca, la gran construcción de los libertarios es por oposición a lo establecido y para algunos de sus votantes es más sencillo decir a qué se oponen, que explicar sus posibles acciones de Gobierno.

Este proyecto político se construye sobre los fracasos de la democracia. Y esos errores que el sistema no pudo resolver en todos estos años potencian el posicionamiento de un outsider de la política que habla de “castas” y logra conectar con ciertos sectores sociales que culpan justamente a esas “castas” de todos sus problemas.

Cuando hablamos de malestar con la política, crisis de representación o el enojo con la “casta”, no son conceptos abstractos ni difíciles de explicar. Es pensar que esta semana se conoció que la inflación de marzo fue del 6,8% en La Rioja y que la suba de precios anual está por encima del 54%.   

No se puede ni se debe subestimar este proceso político. Y es por ello que lo primero que se debe hacer es entenderlo, comprenderlo en todas sus facetas, ver qué errores propios lo construyeron.

Milei nos interpela.

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