La obstetra del HMYN, Vanesa Polanco ponderó los alcances de la ley, dijo que «aún hay grises» y que lo que atenta contra el derecho de la mujer y su bebé es la violencia obstétrica y también los miedos de muchas mujeres al parto natural. «Es un trabajo arduo para desmitificar esos miedos», dijo.
Del 13 al 19 de mayo se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado y en ese marco Riojavirtual Radio dialogó con la médica obstetra Vanesa Polanco quien forma parte del equipo de profesionales del Hospital de la Madre y el Niño.
En la Argentina se cumplen 20 años de la sanción de la Ley 25.929 o Ley por el Parto Humanizado. Polanco destacó la importancia de esta ley y sus alcances. Si bien resalta que «de a poco se va consiguiendo el respeto y disminuyendo la violencia obstétrica, sostiene que «aún hay grises» que no permiten el respeto pleno al derecho de la mamá y de su bebé.
Polanco dijo que los obstáculos para lograr el pleno respeto a esos derechos se vinculan por una parte con los médicos y el ejercicio de la violencia obstétrica de éstos pero también con los miedos que las propias pacientes le tienen al parto natural. El miedo al dolor del parto, a pasar muchas horas en trabajo de parto hace que muchas mujeres -sostiene- prefieran programar una cesárea.
«Lleva muchos años lograr un cambio cultural. Esto no es solo una cuestión de la parte médica, también hay mucha demanda de las pacientes que piden la cesárea y lo hacen por desconocimiento. Por eso hay que trabajar mucho en esto, hacer hincapié en lo natural, empezar a desmitificar los miedos de las pacientes sobre lo que es el parto natural», afirmó.
Polanco sostuvo que lograr este cambio en las mujeres embarazadas «es un trabajo arduo que hay que hacer desde el primer día del control de embarazo». «Hay que ir llevando de a poco a la familia para que se anime a un parto natural. Es un trabajo que lleva 9 meses, que necesita de un curso de preparación para la maternidad y que requiere de estos espacios donde la mujer se sienta contenida», agregó.
Para la especialista, la clave para que la mujer pueda decidir si quiere parto natural o cesárea es el acceso a la información. «El parto es respetado cuando la mujer puede decidir y para poder decidir la paciente tiene que tener información. Una mujer hasta puede cambiar de médico el último mes si el médico que le lleva el embarazo le dice, por ejemplo, que él no hace partos naturales. En esos casos, puede buscar otro profesional que la escuche, que espere los tiempos que hay que esperar», indicó.
En este punto, la obstetra consideró que a la Ley de Parto Humanizado «no tendría que haber sido necesario crearla». «Pero se tuvo que crear para regular esto, para que una persona no intervenga en las decisiones del paciente y mucho menos en los tiempos de un nacimiento. La ley viene a regular a los médicos y a regular al sistema de salud para obligarlos a respetar los tiempos del nacimiento», aseguró.
Polanco subrayó que parte de esos derechos que garantiza la ley tienen que ver con el derecho a que la mujer que va a dar a luz pueda ingresar con un acompañante a la sala de parto como así también a los controles médicos y a los estudios médicos que debe realizarse. «Muchas veces eso no sucede y el acompañante queda afuera de todo eso», acotó.
«El parto natural tiene muchos beneficios para fortalecer el vínculo entre la mamá y su bebé, además de que la recuperación es mucho más rápida», completó la especialista.
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