Se trata de médico Martín Ávila, quien dio múltiples factores como la falta de recursos humanos, la falta de insumos y deudas con los profesionales por las guardias. «Por ejemplo no hay jeringas, no hay cosas básicas, hacemos diez o once guardias (24 horas) al mes y no nos pagan. Estamos saturados», sentenció.
Los hospitales públicos riojanos siguen perdiendo muchos médicos de excelencia que emigran a otras provincias. Las razones son variadas y las dio el doctor Martín Avila, quien hasta el viernes pasado era el director dela UTI del Hospital de la Madre y el Niño.
Su decisión se dio por múltiples factores según indicó al sostener que se cansó de la falta de insumos, la falta de recursos humanos y la deuda de guardias para con los profesionales de la institución.
«Los médicos tienen estrés laboral, estamos a fin de mes y para colmo me preguntan el pago de las guardias. No cobramos, todavía nos deben el mes de mayo”, apuntó e indicó que con sus pares del sector «tenemos que hacer cinco guardias que es lo que nos corresponden, pero hacemos de diez a once guardias al mes» por falta de personal.
A su vez agregó que “los insumos siempre nos faltan, renegamos todos los días. No hay jeringas, no hay solución fisiológica en ampollas, que es la que utilizamos para la preparación de medicamentos o para la limpieza de los instrumentos o por ejemplo alcohol no tenemos”.
Por ello calificó de insostenible la situación y agregó que por ello se van a otras provincias vecinas o al sur médicos muy especializados que podrían mantenerse y brindado servicios de excelencia en La Rioja.
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