En Chamical se realizan distintas actividades para recordar la vida y obra de los mártires riojanos. «Lo que pasó con los curas fue una muestra tremenda de cómo se había naturalizado la violencia institucional y que partía del propio Estado», dijo el titular de DDHH, Delfor Brizuela.

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Este jueves 18 de julio se conmemora el asesinato de los beatos mártires riojanos Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville y en ese marco el departamento Chamical recibirá a cientos de visitantes que llegarán al lugar para recordar la vida y obra de los sacerdotes riojanos quienes fueron asesinados por la última dictadura militar en julio de 1976.

Las actividades comenzaron este miércoles 17 de julio (Día de los Mártires Riojanos), con la realización de la Santa Misa en la parroquia de Chamical y luego con la peña y velada cultural en homenaje a los mártires.

En tanto, hoy los actos comenzaron a las 8.30 con la oración del responso a cargo de los frailes menores conventuales. Esto tuvo lugar en la cripta donde se encuentran las reliquias de los mártires Carlos y Gabriel. Luego, se inició la tradicional peregrinación hacia el lugar del martirio en Bajo de Lucas con grupos juveniles, peregrinos, agrupaciones civiles, instituciones y comunidad en general que acompañaron la caminata de unos 8 kilómetros aproximadamente.

Tras la caminata se realiza la misa central celebrada por el Obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida y concelebrada por todo el clero riojano y el resto de sacerdotes que llegan desde distintos puntos del país.

Delfor Brizuela, secretario de Derechos Humanos, destacó el impacto que tuvo el asesinato de los curas riojanos que, en desde abril de 2019 son Beatos Mártires de la Iglesia Católica.

«El significado es que desde el punto de vista político y social esto una muestra tremenda de que en ese momento se había naturalizado tanto en el país como en La Rioja, que sucedan cosas que están fuera de toda imaginación y de toda legitimidad y que sin embargo pasaban en la Argentina de aquellos años, del año 76 aunque ese proceso de violencia institucionalizada ya había empezado un poco antes, una violencia ejercida por el propio Estado», recordó Brizuela en diálogo con Riojavirtual Radio.

El titular de DDHH consideró que «es algo tremendo que el mismo Estado sea el que incumpla la ley, el que se lleva por delante y viola los derechos humanos y eso nos sucedió y es parte de la historia argentina». «Y hay otra dimensión que va muy unida a esto y que es la experiencia de una iglesia como lo fue la de La Rioja en aquellos años con su pastor, monseñor Enrique Angelelli y que había asumido un rol protagónico en la sociedad riojana vinculada a la predicación del evangelio pero de un evangelio encarnada en las realidades humanas, concretas y que sucedían en ese momento en la Argentina y en particular, en esta zona de la Patria, el interior profundo», sostuvo.

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